Living Fully Nourished

Las personas con intolerancias y/o alergias alimentarias experimentan un rechazo a ciertos alimentos manifestándose de diferentes formas, principalmente en forma de desarreglos gastro-intestinales y dermatológicos.
Se considera que estas personas sufren una enfermedad, ya que no toleran alimentos que se consideran sanos. En estas personas, el organismo rechaza alimentos porque los considera perjudiciales.
Según la aproximación de la Higiene Natural, nuestro organismo es muy sabio, y siempre genera las respuestas más adecuadas para la supervivencia. Entonces, ¿por qué desarrolla estas reacciones desmesuradas?
Una posible respuesta a esta incógnita es que, en realidad, estos alimentos a los que se tiene una intolerancia y/o alergia no son tan sanos. Pero entonces, ¿por qué no todas las personas los rechazan, sino solamente algunas?
 

Les personnes avec intolérances et/ou allergies alimentaires expérimentent un rejet a certains aliments, qui se manifestent de façons différents, principalement avec des problèmes gastro-intestinaux et dermatologiques.
On considère que ces personnes soufrent une maladie, car ils ne tolèrent pas des aliments qui sont considérés sains. L’organisme de ces personnes refusent quelques aliments parce que ils sont considérés nuisibles.
Selon l’approche de l’Hygiène Naturelle notre organisme est très sache, et toujours développe les réponses plus adéquates pour la survie. Alors, pourquoi ce type de réactions démesurés sont produites?
Une possible réponse à cette question est que ces aliments aux lesquels on a des intolérances et/ou allergies ne sont pas si saines. Dans ce cas là, pourquoi seulement quelques personnes rejettent ces aliments, et pas toutes?


 

La flora intestinal, o población de bacterias y otros microbios que viven en el intestino, ha sido estudiada y descrita extensamente. Recientemente, el Dr. Marco Ruggiero ha empezado a investigar la flora o microbiota cerebral: los microbios que se encuentran en nuestro cerebro y el impacto que éstos pueden tener en la función cerebral.



 

Tener un perro es una de las mejores inversiones para la salud de una persona y de toda la familia.
Según algunos estudios, las personas que tienen un perro tienen una esperanza de vida 10 años mayor. (1)
El ejercicio realizado con los obligatorios paseos diarios; el amor incondicional, la compañía, la fidelidad y la protección que ofrece un perro y el amor que suscita en su amo, son factores que inciden de forma espectacular en mejorar la salud de una persona.
Existen además, perros entrenados para personas con discapacidades y para niños con trastornos del desarrollo.
 

Esta explicación sobre la diferencia entre el hambre, o verdadera necesidad de comida, y el apetito, o el deseo de comer, ha sido extraído de  “The Life Science Health System” de T.C. Fry.